domingo, 27 de octubre de 2013

DIOS TIENE PREREFENCIAS

Estamos aquí, Hoy, 27 de Octubre, venidos de varios lugares de Murcia, incluso de España; por motivo de las Santas Alodia y Nunilon.

Toda la liturgia de la Palabra de este domingo se centra en la comprensión de la vida de oración que es el tema que llevamos estos domingos del tiempo ordinario. como lo hablamos hace ocho días; es una comunicación, un dialogo amoroso entre Dios y notros. Dios que vela por nuestras necesidades quiere que tengamos una actitud de sencillez, pequeñez y pobreza para elevar nuestra oración a Dios y ser debidamente escuchados. para orar hay que hacerlo con humildad.

Intentaremos ver cómo la Palabra de Dios nos comunica esa enseñanza. Hemos escuchado un texto del Antiguo Testamento, tomado del Eclesiástico, Allí hay un conjunto de personas de las cuales se habla: los pobres, las viudas, los huérfanos, los oprimidos; que en el contexto de la historia de Israel, eran  personas desprovistas de toda ayuda, los que más sufrimiento experimentaban. Ellos se confiaban a la caridad para ayudarlos pero ellos vivían el drama de no tener seguridad en qué apoyarse, así que, cuando El Señor se refiere a ellos, cuando los ve que claman y suplican pidiendo a Dios que se acuerde de ellos, al ver su pequeñez y que nadie vela por ellos, El Señor se compadece; así que, El Señor hace justicia. Él no es imparcial ante esa realidad y especialmente se preocupa por los más abandonados de nosotros en este mundo. Es una conciencia que revela las Sagradas Escrituras porque Dios es justo.

En el salmo responsorial hemos dicho que "si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha. Si yo, experimentando una necesidad le suplico a Dios ¿cómo un padre no va a velar por sus hijos? ¿o es que hay aquí un padre que, si su hijo le pide pan le da una piedra? ¿cómo un padre no va a ofrecer a sus hijos lo que necesitan?. ¿cómo Dios, siendo padre, no nos va a escuchar en el momento de la tribulación? alguien se estará preguntando que a él no le escucha, que le pide y le pide pero no le escucha. Hay aquí un problema: _¿entonces que hacemos para que se cumpla la palabra de Dios?. Es muy importante porque parece que el Evangelio nos lleva a comprender que muchas veces no sabemos orar ni pedir lo que nos conviene. Muchas vences nuestra actitud es intentar que Dios se ajuste a nosotros y por eso en el Padre Nuestro parece que decimos "hágase, Señor, mi voluntad"

Nos vamos a ir al Evangelio, que es muy particular. Jesús se encontraba ante una situación: habían muchos judíos, fariseos, escribas y letrados, gente que conocía muchísimo acerca de la Palabra de Dios, personas que por ese conocimiento pensaban que era suficiente para ser justificados ante los ojos de Dios y se creían mejores que los demás. Si se puede traducir eso a nuestra experiencia de vida cotidiana, diríamos que muchos de nosotros decimos: 
_como voy a misa el Domingo ya está. 
No se si me entienden. por el solo hecho de cumplir con algunos actos de piedad, participar de la misa, pertenecer a la cofradía, rezar el rosario, no por eso tenemos resuelta la relación con Dios; muchas veces éstas cosas generan una falsa seguridad, ¿cómo nos damos cuenta? porque eso se traduce en amor, caridad, y misericordia con nuestros hermanos. Que se ven riñas, discusiones, ira, maledicencia, murmuración, envidia; Etcétera. ¿por qué en nosotros estas cosas si practicamos nuestra fe? ¿por qué no nos llega la fe a todos los acontecimientos de la vida cotidiana?.
No será que muchas veces nos confiamos y decimos que, como "no robo y no mato, soy bueno", así que hoy ésta la Parábola del publicano y el fariseo. el que cree que ya esta justificado, que ya lo hace todo bien, que se cree santo, entra a la iglesia, al tempo y entra con una actitud sobrada y orgullosa, erguido: _den paso que ha llegado la panacea de la iglesia, porque yo me creo que yo soy lo mejor que le ha pasado a la Iglesia. porque soy muy bueno. 
Hay algunos que se dan títulos: _¿usted no sabe quién soy yo? Yo soy la encargada de la parroquia, yo soy el secretario adjunto de la cofradía de las plumas del Arcángel San Miguél. Nos damos una apropiación para justificar lo que somos y lo que somos lo ve Dios en el corazón, no es por lo que sale de nuestros labios.
"Mire quién vino a misa, el demonio poniéndole veladoras a Dios. mire la vecina disque en misa, ja, por Dios santo... ja .. ésta que ni se asoma por la cofradía y mírela a qui en la misa; ja, ¿será posible?... 
Se rasgarán las vestidura las santas. Somos muy dados a establecer un posicionamiento sobre los demás como si tuviéramos la capacidad de juzgar el corazón de la persona, como si fuéramos los jueces. lo vemos en la figura Evangélica del fariseo: Señor, te doy gracias porque no soy esto ni aquello y cree que es lo mejor, despreciando al Publicano que estaba en la ultima silla sin levantar siquiera su mirada.
¿por que el publicano? era una persona que trabajaba para Roma en el recaudo de impuestos y este tipo de personas eran considerados como traidores. para los Judíos eso era abominable; por tanto, que uno de su propio pueblo recaude impuestos para pagar a los invasores y viva de ello, era para considerarlos con desprecio. Entre estas personas, también estaban las prostitutas, los publicanos, éstos últimos eran considerados pecadores públicos, así que los trataban con severidad.

Sin embargo, a este fariseo, erguido, El Señor lo lleva a la confrontación, pues el Publicano, que ni siquiera se atrevía a entrar a la iglesia, ni era capaz de levantar la mirada, en medio de esa circunstancia, solo decía desde su corazón: _"Señor, ten piedad de mi que soy un pobre pecador".
El único que puede saber y conocer lo que pasa en el corazón del hombre es Dios, es quien puede mirarnos con compasión, el publicano se acoge a ese Dios que hace justicia y que la reviste de misericordia. El fariseo no se fue justificado a casa mientras que la oración humilde del publicano hizo posible que su plegaria llegara al corazón de Dios.

Si uno quiere realmente relacionarse con Dios, la actitud debe ser similar a la del publicano en el reconocimiento de nuestra debilidad, fragilidad y pecado y la confianza en que Dios es el único que nos puede ayudar. Eso significa que si entendemos, tenemos que hacer conciencia de nuestros pecados y no en los de nuestra vecina, los del marido, sino de los tuyos.  Aveces, tomar conciencia de nuestros pecados lo confundimos como tomar conciencia de los pecados de nuestro prójimo y le descargamos en los demás la implacable condena de nuestro juicio. "todos tienen la culpa pero el único que realmente hace las cosas bien soy yo"
Eso nos pasa porque estamos sometidos al orgullo y la soberbia.
¿por que nos pasa eso? por el orgullo, por eso necesitamos que se cumpla en notros la Palabra de Dios. Dice que a los orgullosos los humilla y a los que se humillan los enaltece; por tanto, el camino es para aprender a ser manso y humilde de corazón como Cristo y eso esta a prueba en todas las circunstancia de nuestra vida. o ¿quién no tiene de estas pruebas? ¿o es que nos gusta perder? ¿cómo reaccionamos ante la humillación? ¿nos unimos a Dios? ¿nos abandonamos y confiamos en Él para que Él sea quien nos defienda con su justicia? o ¿la tomamos por nuestro propio  medio, "ojo por ojo diente por diente"?.
¿Qué dicen? ¿ésta palabra es buena para nosotros? nos ayuda a comprender la necesidad de tener un corazón manso y humilde. Es lo primero que tenemos que pedir para orar, que nos de humildad. cuando alguien le pide a Dios que trabaje en el corazón, Dios lo escucha seguro, el punto está en que si Dios escucha, el Señor le regala humillaciones.
Me ha pasado  que una monja dice: _quiero crecer en la humildad. así que, le digo que le pida al Señor que le de conciencia y le haga un corazón humilde, y al hermana, contenta, dice: _si, si, si. y a los tres días llegó llorando. había perdido, se había peleado con todos, no iba por donde debía ir. ¿por qué le pasa eso? por bocona, porque si le pides al Señor crecer en la humildad, el Señor permite que los acontecimientos de tu vida sean escuela para que trabajes lo que le has pedido desde tu corazón, desde el aprender a crecer y a ofrecer. Eso permite una maduración en nuestro corazón.

A quien intente salvar su vida la va a perder. por eso el orgullo, la soberbia, el ensimismamiento, nunca traen bien ¿o no se dan cuenta que eso causa mal y hace el ambiente pesado y nos la hacemos pesado nosotros mismos?. ¿quién a encontrado felicidad por ser orgulloso y soberbio?.
¿Qué es lo que conviene pedir?. que el Señor realice su santa voluntad en nosotros y que vayamos por donde el quiere que vayamos. "Tus caminos no son los nuestros"; Así que, como un niño de brazos, las decisiones son de sus padres. Un niño pequeño se deja conducir, uno entiende que todos sabemos que un padre velaría por las necesidades de esa criatura y le daría lo mejor.
Aveces en la oración le decimos a Dios que haga las cosas como a uno cree que debería hacerlas, podríamos equivocarnos, ¿alguien aquí a cometido errores?. por eso es importante hacer discernimiento y pedirle a Dios que nos ayude a hacer las cosas ¿Señor cómo quieres que haga esto o aquello? lo hacemos a nuestro modo, la liamos y luego nos arrepentimos  y le preguntamos a Dios por qué pasa lo que pasa. Nuestra primera respuesta ante la prueba es normalmente visceral; ¿por qué no te calmas primero y le pides a Dios que te ayude a saber como actuar en ese momento?

Hay que saber orar y por eso nos fiamos de Dios. Lo veíamos hace algún Domingo ¿Sabía Abraham a donde iba? se dejó trabajar por Dios y por eso recibió bendiciones. algunos en medio de la situación dificil se estarán preguntando por qué el Señor no le quita ese problema o aquel otro, por qué no le libra de esa situación, pero ¿alguno se ha preguntado si Dios quiere algo de él en ese momento?
Quizas Dios te está ayudando a madurar y de todo eso saca algo mejor.

En la segunda carta Pablo, ante la inminencia de su muerte por Cristo... era un situación angustiosa, pero Pablo en su escrito dice: mi partida es inminente, y he combatido el buen combate de la fe, he corrido la carrera hasta el final y he mantenido la fe. Pablo se había fiado de Dios y sabía que venia el martirio pero se mantenía firme. Fue abandonado por los suyo y aun con todo, no renunció a su misión, sino, le pidió a Dios sabiduría y fortaleza para seguir sembrando con su testimonio la conciencia de la predicación del evangeliario que es mas grande que la propia vida.

Dios sabe que de esa tarea encuentra fecundidad porque ese testimonio dio fuerza a los demás.

¿Por que estamos realizando la memoria y veneración de las santas Nunilon y Alodia? porque ellas dieron testimonio de Cristo. Éstas chicas, hijas de un matrimonio mixto del siglo noveno, habiendo una ley que decía que todo hijo de matrimonio en donde hubiera un musulmán debía serlo o de lo contrario debía morir, ellas deciden ser Circasianas, y el padre las denunció, así que las mataron.

Todos, de alguna manera estamos invitados por este testimonio y con ellas le pedimos a Dios que nos de la gracia de dar testimonio y por eso hay que orar.  Es la enseñanza que queremos dejar hoy. Ser conscientes que necesitamos de la fe y la gracia de Dios y que la fe se alimenta de la relación con Dios.

Usted se imagina un devoto de  las Santas Alodia y Nunilon que no participe de los sacramentos, que no ore y que no viva de la Palabra de Dios? está bien compartir la comida y todo lo de convivencia pero lo más hermoso de las Santas es revitalizar nuestra fe que es la invitación de la Iglesia, debemos poner a Dios en el primer lugar de nuestras vidas. 
No tenemos que tocar fondo para darnos cuenta que necesitamos de Dios y tenemos que reconocer nuestra debilidad y fragilidad para acercarnos a los sacramentos para que mediante ellos, Dios nos revitalice y nos renueve.

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