domingo, 4 de agosto de 2013

MENDIGO DIVINO DE TU AMOR

Muchas veces pensamos que el Evangelio son cosas pasadas. Es un libro que huele a viejo pero siempre florecientes, tiene unos tallos verdes que florecen  y nos dan vida. pero fijaros, ahora mismo, qué vida tiene éste Evangelio que acabamos de escuchar: Todo el problema del mundo, todo el sistema éste que se nos hunde, no sabemos lo que nos va a pasar después de todo este hundimiento, si va a ver otra guerra o no sabemos lo que sucederá pero si que tenemos que empezar otra forma nueva de vida; por supuesto! cómo está todo dibujado aquí: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros mas grandes y almacenaré allí todo todo mi grano y el resto de mi cosecha y entonces me diré a mi mismo: _Hombre: tienes bienes acumulados para muchos años, túmbate  come, bebe y date una buena vida. y el Señor le dice: Infeliz, si ésta noche puedes morir" ¿Cuántos estragos, cuantas guerras, cuanta locura hay en el mundo desde la creación, casi... el único tiempo que no hubo guerra fue cuando nación Jesús y sin embargo Israel estaba bajo el dominio de los romanos, por tanto tampoco estaban en paz y había sublevación de vez en cuando pero siempre durante todos los años que llevamos desde Jesucristo no ha habido un oso día que no haya muertes, o luchas o batallas por cualquier sitio. todo porque la codicia. Yo, muchas veces pienso ¿por qué los Franceses tienen que venir una vez a quitarle a España? ¿por qué los moros tienen que venir? y van pensando: la ambición: cómo muchas veces promulgamos guerras, no porque se portan mal, sino, es que tenemos que quitarle el petróleo, o que le bajen al precio, o hacerle la guerra de la economía: todo siempre bajo lo mismo. es verdad que cuando pensamos todo esto decimos: _yo no soy así_ . Pero resulta que todos somos codiciosos, todos tenemos codicia... 
Vi el otro día una reportaje y daba una pena enorme de ver la pobreza pero al mismo tiempo la alegría inmensa de aquella gente, eran pobres, pero ¡qué ricos! y solamente tenían para comer, para llevar un pequeño vestido y nada más. tenían que beber muy poca agua, almacenar treinta litros. tenían que ir a diez minutos las mujeres, todas las mañanas por el agua y daba una pena de ver como se lavaban la cara, se bebían un trago de agua, lo echaban después sobre la mano y sobre la mano, el agua de la boca se la llevaban a la cara para llevársela y luego los veías con unas risas, con unas ganas, una simpatía. Le preguntaban a los niños: _¿Tu por qué estás aquí en el convento de los budistas?_ y decía: _Yo, porque quiero enseñarles las escrituras a mis hermanos_ Y a mi me daba vergüenza me daba rabia de ver que.. pensar que cualquier cosa deseas y lo tienes todo, solamente tenían un alimento,no tenían leña,la leña era la basura de las vacas, seca, y de las ovejas... y luego tenían la comida mas fuerte que hacían era por la mañana un vaso de te o un tazón de té con mantequilla y dormían, los niños, en el convento de aquellos budistas, dormían bajo treinta grados de frío. y son niños que llevaban solo una túnica, nada de abrigos nada mas que la túnica y luego los niños cuando lavaban la ropa, si se descuidaban un poquito ya no podían escurrir el agua porque estaba congelada, la ropa, estaba hecha como un brazo toda congelada. y veía como se divertían como disfrutaban, como hacían una fogata para ahuyentar los malos espíritus, como rezaban todos los días.. en la casa mas de una hora las escrituras budistas y me quedaba asombrado y me daba envidia y me daba ganas de irme allí y decir: voy a vivir con ellos a ver si consigo esa paz interior. todo: la codicia.
Ayer os dije que iba a traer un escrito que nos va a venir a todos muy bien y sobre todo a los hermanos, a todos en general, pero concretamente lo leo por ellos y por ellas:
Ámame como eres, conozco tu miseria, los combates y tribulaciones de tu alma, la debilidad y las enfermedades de tu cuerpo, se de tu decaimiento, tus pecados, tus carencias; por lo menos te pido: Dame tu corazón, ámame como eres. si esperas ser una ángel para entregarte al amor, no me amarás nunca, aunque caigas con frecuencia en esas faltas que no querrías cometer, aunque te canses en la practica de las virtudes, no te permito que no me ames. / si esperas ser una ángel para entregarte al amor, no me amarás nunca, aunque caigas con frecuencia en esas faltas que no querrías cometer, aunque te canses en la practica de las virtudes, no te permito que no me ames. (lo he leído por segunda vez porque es muy hermoso). Ámame como eres, en cada instante y en cualquier situación que te encuentres, en fervor o en tibieza  en fidelidad o en la infidelidad. ámame tal cual eres, quiero el amor de tu corazón, indigente. Si para amarme esperas ser perfectos nunca me amarás. ¿es que no puedo hacer de cada grano de arena un serafín de pureza, de nobleza y de amor? ¿acaso no puedo con un solo signo de mi voluntad hacer surgir de la nada millares de santos mil veces mas perfectos y mas amantes que los que he creado?¿no soy el todo poderoso? me agrada dejar en la nada estos seres maravillosos y preferir tu pobre amor.
¡Qué bonito!: "Dejar a los santos para amarte a ti como eres". ¡Qué hermoso es esto!: "Dejar todas las maravillas del mundo, todos los santos que han pasado en la historia, dejarlos ahí en un rincón, sin abandonarlos, con tal de amar tu pobreza".
Hijo mío, déjame amarte, quiero tu corazón, cuento con formarlo bien, pero mientras tanto te amo como eres y deseo que hagas tu igual, deseo ver desde el fondo de tu miseria subir el amor. amo en ti hasta tu debilidad. me gusta el amor de los pobres. quiero que desde la pobreza se levante confusamente este grito: Señor, ¡OS AMO!. Lo que me importa es el canto de tu corazón, ¿acaso tengo necesidad de tu ciencia  de tus talentos, no son virtudes lo que te pido y aunque te las diera, eres tan débil que pronto el amor propio se mezclará con la virtud. no te inquietes por ello. Yo habría podido destinarte a grandes cosas: No. Tu serás el siervo inútil y yo te tomaré, incluso lo poco que tienes porque yo te he creado para el amor. Ámame  el amor te hará hacer lo demás sin que tu pienses en ello, no busques nada mas que llenar el momento presente con tu amor. Hoy estoy a la puerta de tu corazón como un mendigo, Yo, El Señor de los señores, como un mendigo a tu puerta...
¿Qué tengo yo que mi amor procuras
que intereses te siguen Jesús mio
que a mis puertas cubiertas de rocío
pasas las noches del invierno oscuras?
Hoy estoy a las puertas de tu corazón como un mendigo; Yo llamo y espero, apresúrate a abrirme. no te escondas detrás de tu miseria, si conocieras plenamente tu indigencia, morirías de dolor. Solo esto podría herir mi corazón  verte dudar y desconfiar de mi. Quiero que pienses en mí cada hora del día y de la noche, no quiero que hagas mas insignificante acción por otro motivo que el amor, cuando tengas que sufrir, Yo te daré la fuerza, tu me has dado el amor, Yo haré que puedas amar más allá de lo que has podido soñar, pero recuerda, ámame tal como eres, no esperes ser un santo para entregarte al amor, si no, jamás me amarás.
¡Qué hermosura y que alegría y qué gozo! ... Estoy recordando todo lo que ha dicho el Papa Francisco a los jóvenes: "Meteros en el lío del amor, en el lío de la alegría, que no seamos nunca tristes, que nos estemos de una angustia brutal, al contrario, pensemos y tengamos la conciencia del amor de Dios ¿cómo puedo yo angustiarme con mis miserias si son palos secos que El puede quemarlos para hacer un incendio y desde él darme al amor sublime, por tanto, mis queridos hermanos: vivamos la alegría pensando que si alguna debilidad tuviera Dios es precisamente la Misericordia y el Amor.

Por el Presbíero: Don Francisco Aroca Gómez.
Parroquia de la Purísima _ San Felix de Cantalicio.
Zarandona - Murcia

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